LOS APOYOS DE ISRAEL Y EL CHANTAJE EMOCIONAL DE LOS JUDÍOS
Ramón Utrera Cualquiera que haya ido a Auschwitz sentirá que le ha dejado una cicatriz imborrable en su conciencia. Los que no han ido y no quieren hacerlo, utilizan a menudo la excusa de que para entender lo que significa no necesitan hacerlo; pero lo cierto es que la certeza racional de saber lo que allí sucedió no deja la misma huella que lo que se siente caminando por donde se respira tanto horror y sufrimiento. Siempre he pensado que esa experiencia ayudaría a que hubiera menos violencia en el mundo. Aunque últimamente yo mismo me he vuelto un tanto escéptico, dado que he visto que hay muchas maneras de entenderla, empezando por la de los propios judíos. ¿A qué reflexión sobre la violencia han llegado los judíos que han visitado algún campo de exterminio, incluso los que perdieron algún familiar en él? ¿Qué efecto concienciador del Holocausto podemos esperar entre generaciones y pueblos que no tuvieron un contacto directo con el drama, si los propios judíos no parecen ser ...
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