HORMIGAS ROJAS

  Antonio Mora Plaza.   Es sin duda el tema de la limitación del precio del alquiler y el del alquiler mismo un tema de actualidad y siempre lo será porque es uno de los gastos más importantes de quien no tiene una vivienda en propiedad. Y eso ocurre en España y fuera de España. Se trata además de uno de los flagrantes incumplimientos de la Constitución en su formulación del derecho a una vivienda digna, pero con señalar su incumplimiento no basta y hay que responder a la sempiterna pregunta del qué hacer, que es lo que caracteriza la bondad del análisis político por encima del qué pensar. Y ahora está en lo alto del candelero porque los dos socios de gobierno están discutiendo sobre el tema, aunque el partido de Unidas Podemos lo haya centrado en la cuestión del precio, lo cual ya constituye de entrada un planteamiento, en mi opinión, erróneo. Sea cual sea la posición ideológica, cualquier economista dirá que la solución idónea al precio del alquiler, el de la compra-venta de piso

                            Hormigas Rojas. La fuerte crisis del año 2008 –agravada por los recientes efectos de la Pandemia- desequilibró la relación de fuerzas entre el Capital y el Trabajo y, como era presumible, claramente a favor del Capital. Las crisis económicas producidas por el sistema capitalista de producción y consumo las pagan siempre los trabajadores. En este caso, esta política se ha venido llevando a cabo a través de las reformas laborales realizadas por los gobiernos de Zapatero y Rajoy, cuyos ejes centrales fueron una profunda devaluación salarial y la desvertebración de la negociación colectiva eliminando la ultra actividad de los convenios y restando valor a la negociación colectiva sectorial a favor del convenio de empresa. Los trabajadores perdieron gran parte de sus derechos fundamentales y los sindicatos fueron relegados a la marginalidad. En este contexto, no es extraño que el pasado día 11 los sindicatos dieran un toque de atención   al Gobierno al   mov

  Antonio Sánchez Nieto.  Las elecciones catalanas no hacen sino confirmar hechos sociológicos previos. ·      La existencia de dos comunidades de tamaño similar que son lingüística, cultural y económicamente diferentes. Al ser de dimensión equivalente, ninguna es, a medio plazo, asimilable. ·    Generalmente, las crisis económicas desencadenan las crisis políticas. En estos momentos, las dos comunidades están políticamente polarizadas. ·     Los elementos sobre los que se plantean los conflictos son identitarios. Por supuesto, no sobre la identidad de clase, sino la lingüística o cultural. Incluso los mínimos componentes ideológicos de clase están previamente “nacionalizados”: una izquierda nacionalista frente a otra españolista. ·    La explosiva aparición de VOX resulta ruidosa pero no sorprendente. En los conflictos identitarios, el fascismo (o mejor, la ultraderecha) juega en su terreno. ·      En las confrontaciones históricas entre Clase y Nación, siempre ha ganado l

    Antonio Mora Plaza   El día 5 de febrero desayunábamos aquellos que tenemos la costumbre inveterada –que diría el maestro Ortega- de leer desayunando con un artículo firmado por el economista crítico y denunciador de la desigualdad Thomas Piketty y Steve Keen, y -actuando crea más de teloneros para España- por el economista de Podemos Nacho Álvarez, la presidenta del PSOE Cristina Carbona y otros muchos economistas que no figuran aunque sea solo por razones de espacio pero que no sabemos quienes son. Hay que decir que el economista de mayor nivel por su crítica sobre la teoría económica convencional es Steve Keen, y que los economistas críticos con la teoría convencional –la microeconomía, por ser la materia que suele dotar de fundamentos básicos al análisis desde al menos Alfred Marshall- hemos disfrutado con su lectura. Y más aún los que hemos publicado trabajos y desarrollos alternativos a la teoría convencional neoclásica –marginalista para ser más precisos- basados en