CURIOSIDADES HISTÓRICAS
Pedro Espino Hurtado Coeficiente (o índice) de Gini
El coeficiente de
Gini, con valores posibles entre 0 y 1 (denominado también índice de Gini, con
valores entre 0 y 100), es un indicador estadístico que se emplea para
cuantificar la desigualdad de ingresos o patrimonio dentro de la población de
un país o región. Proporciona una representación numérica de la distribución de
la renta entre individuos u hogares en un área delimitada, en la que 0
representa la igualdad perfecta (todos los individuos u hogar es tienen el mismo
ingreso o riqueza) y 1 representa la desigualdad máxima (un individuo u hogar
tiene todos los ingresos o riqueza, y el resto no tiene ninguno). Generalmente
se considera que un coeficiente por debajo de 0,3 significa una desigualdad
relativamente baja, aunque las interpretaciones pueden variar según el contexto
y la población específica que se está analizando. Es importante tener en cuenta
que el coeficiente de Gini proporciona una imagen instantánea de la desigualdad
en un momento dado y no se ve afectado por la movilidad social o los cambios de
los ingresos a lo largo del tiempo. Tampoco aporta información sobre las causas
subyacentes de la desigualdad, midiendo solo su alcance.
Este indicador, muy
utilizado por economistas, sociólogos y políticos para expresar el grado de
desigualdad económica, permite hacer comparaciones entre diferentes países o
regiones, proporcionando información sobre el alcance de la desigualdad y sus
posibles implicaciones sociales y económicas. De este modo, se puede usar para
implementar políticas destinadas a reducir la desigualdad y promover
distribuciones más equitativas de la riqueza, aunque su empleo no está
directamente relacionado con las inclinaciones políticas o ideológicas de un
medio determinado, y la elección de utilizarlo o no en una publicación
progresista o de otro tipo dependerá de los objetivos de la investigación y del
contexto. Sin embargo, es mi impresión que la utilización de este coeficiente
es más frecuente en foros progresistas que en medios conservadores, ya que los
primeros se centran a menudo en temas de justicia social y desigualdad. Por
ejemplo, el coeficiente de Gini se ha empleado en informes de la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), del Departamento de
Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de la ONU, de la UNICEF, etc. Por lo
expuesto, podrían resultar sorprendentes los datos biográficos de Corrado Gini,
a quien se debe el nombre de este índice estadístico.
Corrado Gini (1884-1965)
Este estadístico y
sociólogo italiano, que había obtenido la cátedra de estadística de la Universidad de Cagliari en el año
1910, publicó en el año 1912 (Variabilità e Mutuabilità. Contributo
allo Studio delle Distribuzioni e delle Relazioni Statistiche) la
descripción del conocido instrumento referido más arriba. Posteriormente
ejerció su docencia en las universidades de Padua (desde 1913) y de Roma (desde
1925 hasta su jubilación).
En el año 1919 participó en la creación de la
Sociedad Italiana de Genética y Eugenesia, y en ese mismo año se dirigió al
economista y eugenista Leonard Darwin (hijo de Charles Darwin), quien había
sido el organizador en Londres, año 1912, del Primer Congreso Internacional de
Eugenesia. La pretensión de Gini era que la Sociedad Inglesa de Educación
Eugenésica elaborara una resolución encaminada a la introducción en toda Europa
de unas leyes que prohibieran los matrimonios con las «razas africanas». Darwin
le contestó que no creía que una medida así tuviera éxito, dadas las
condiciones democráticas de su país, y que el presidente de la Sociedad Inglesa
opinaba que los eugenistas debían adoptar medidas más graduales para sensibilizar
a la población sobre la supervivencia racial.
Corrado Gini
participó en el comité de los dieciocho «sabios» encargados de redactar la
Constitución fascista, que entregó su informe en enero de 1925. En el año 1926,
el Gobierno presidido por Benito Mussolini creó el Instituto Central de
Estadística en Roma, cuya dirección se encomendó a Corrado Gini. La actividad
de Gini no se limitó a la realizada en sus puestos académicos y técnicos, ya
que, además de estos y de su participación en la redacción de la constitución,
fue autor de una defensa teórica, con pretensiones científicas, del fascismo (The
scientific basis of fascism. Political
Science Quarterly 1927; vol. 42, n° 1. Accesible en http://www.jstor.org/stable/2142862).
En el año 1934 fue nombrado presidente de la Sociedad
Italiana de Genética y Eugenesia, y en 1935 accedió a la presidencia de la
Federación Internacional Latina de Organizaciones Eugenésicas, que fue una
escisión de la Federación Internacional de Organizaciones Eugenésicas (IFEO).
La IFEO tenía una concepción eugenésica más negativa, en la que los «no aptos»
deberían ser eliminados de la sociedad a través de medidas como la
esterilización forzada y de leyes contra la reproducción, mientras que la
organización latina presidida por Gini defendía el fomento de la reproducción
de los «aptos». La Federación Internacional Latina cesó su actividad con el
inicio de la Segunda Guerra Mundial, aunque Gini continuó promoviendo la
eugenesia positiva hasta su muerte en el año 1965.
* * *
Con estos apuntes biográficos de Corrado Gini no
pretendo en absoluto poner en cuestión las bondades y la utilidad del índice
que nos ocupa. Tampoco se trata, además, de si el índice de Gini es una medida
progresista o no, lo que dependerá de los valores y objetivos específicos de
quien lo emplea. Hay que destacar que existen otras medidas y enfoques para
evaluar la desigualdad, y que el índice de Gini es solo un instrumento, entre
muchos, para el análisis de estas cuestiones.
Por otro lado, no hay razón para dejar de aplicar
este coeficiente porque la persona a la que se debe el epónimo haya tenido una
historia poco loable. Una polémica frecuente en los últimos tiempos se ha
centrado en el hecho de si hay que equiparar o no el juicio que nos deben
merecer el autor y su obra, aunque esto se ha dado más en el ámbito de la
creación artística. Desde la corrección política, tan en boga actualmente, ha
habido intentos —con mayor o menor éxito— de cancelar la totalidad del
trabajo de una persona basándose en unos antecedentes merecedores de crítica.
En un mundo que se encuentra lejos de estar constituido por ángeles y demonios
no pueden descartarse estas contradicciones.
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