EL FRACASO DE LA CONTRATACIÓN TEMPORAL EN ESPAÑA Y UNA POSIBLE SOLUCIÓN
Y sin embargo existe una solución económica –socioeconómica si se quiere- que nunca se ha puesto en pie por mor de esos acuerdos implícitos entre el PSOE y el PP (antes con otras siglas) que han jalonado la Transición. El dato del ¡menor coste económico de la contratación temporal! es la clave de la cuestión. Cualquier empresario que se enfrenta a la necesidad de contratar –en su legítimo derecho- se encuentra que, en cualquiera de las circunstancias, es más barato la contratación temporal que la indefinida: su coste mensual es menor y los costes de despido –si llegara a ello- son también menores o nulos. Es un desiderátum, un absurdo que hasta las reaccionarias escuelas de negocios podrían constatarlo aunque no apoyarlo por motivos ideológicos. La solución pues es evidente: encarecer en términos relativos la contratación temporal hasta que los costes mensuales de este tipo de contratos sean mayores que los costes de la contratación indefinida. A cambio tendrán siempre que los costes de despido de la temporal serán cero o mucho menores que los despidos de la indefinida. No se fija las cantidades absolutas salariales, sino que siempre y en todo lugar que ¡los costes salariales y de Seguridad Social debieran ser mayores para la contratación temporal que para la indefinida! con el fin de una mejor asignación de recursos laborales de los empresarios.
Además, ello tendría varias virtudes. La primera es que se podría ir graduando en términos relativos esa diferencia para constatar la reacción del mercado laboral por el lado de la demanda (¡los que demandan trabajo son los empresarios y los que se ofrecen a trabajar son, evidentemente, los trabajadores!). Y con ello se podría establecer posibles relaciones econométricas entre tipos de contratación, costes de los mismos y creación de empleo, para ir graduando la diferencia relativa de salarios según ambos y genéricos tipos de contratación. Otra virtud sería el mantenimiento de la demanda dado que las rentas salariales son un componente esencial de la actividad económica por ese lado, digan lo que digan los antikeynesianos. Más virtudes: siempre con contratación indefinida se fideliza más y mejor al trabajador que con contratos que dejan a los empleados con la espada de Damocles del despido a pesar de su buen hacer, aunque también es verdad que esa fidelización va a depender también y mucho del nivel salarial. Y para encarecer esta contratación temporal existen instrumentos: el salario mínimo y las cotizaciones a la Seguridad Social. De ahí la importancia del primero. Y ello se podría llevar a cabo con dos tipos de salarios mínimos según que fuera contratación indefinida o temporal, ¡siendo siempre más cara la temporal!
Son
muchas décadas de fracaso para soluciones inoperantes como los de una mayor y
mejor inspección de trabajo o la apelación constante a la buena voluntad
empresarial. Los empresarios no son buenos ni malos, simplemente gestionan las
empresas –sea cual sea su tamaño- bajo dos parámetros: la sobrevivencia y la
ganancia. Es el sistema llamado capitalista imperante en todo el planeta,
incluida la China y la Rusia actuales, aunque siempre con algunos matices o
variantes, y no siempre mejores que las del mero libre mercado.
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