Madrid al borde del desastre
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid.
Con su actuación ante la pandemia la actuación de la Comunidad de Madrid
está poniendo en riesgo la salud de la población, y es la principal responsable
de la situación que vive la Comunidad, aumento continuado de casos, ausencia de
rastreo, e incremento de enfermos hospitalizados y en UCI. Estamos ante un
escenario especialmente preocupante porque desde la Comunidad no se han
adoptado las medidas necesarias para su contención, que se puede concretar en:
La Comunidad no solo ha demorado tomar medidas para evitar los contactos,
por ejemplo, el uso de mascarillas o una regulación estricta y restrictiva de
los locales de ocio, sino que cuando lo ha hecho, tarde, no ha implementado las
medidas necesarias para asegurarse de su cumplimiento, lo que supone que
cientos de miles de personas (un 10.15% de la población) está ignorando las
medidas de precaución. Parece obvio que es necesario volver a la fase 2 y/o
realizar confinamientos limitados en algunas zonas con especial incidencia y
transmisión.
No existen suficientes rastreadores en la región, frente a los 2.600
precisos no llegamos a los 600 y se ha demostrado que la Comunidad incumplió
sus promesas al respecto. A la vez se conciertan 22 rastreadores con una
empresa en la que “casualmente” trabaja un hermano del consejero mientras no se
atiende la oferta gratuita de 100 rastreadores por el Ayuntamiento de Madrid, y
se sigue esperando para actuar a que se produzcan un aumento de los casos, es
decir se va detrás de los acontecimientos y no se actúa para prevenirlos. Por
otro lado, no se producen los necesarios contactos entre los rastreadores y la
AP.
La Atención Primaria sigue en un estado de casi postración, con recursos
mínimos que no se han incrementado, sin cubrir el personal que está de
vacaciones, con más de una treintena de centros cerrados, con horarios
reducidos y problemas para la atención presencial, focalizada en recogidas de
PCR y con citaciones en una semana. Una buena manera de demostrar que la AP
debe ser la base de atención en la pandemia.
Los hospitales están empezando a atisbar la saturación. Como es sabido la
Comunidad tiene pocas camas hospitalarias, que además se redujeron en 1600 en
los últimos años, durante la primera oleada se colapsaron y se abrió el
hospital del IFEMA que se cerró de manera irresponsable (quizás porque el
negocio estaba en montarlo, mantenerlo un tiempo y luego desmontarlo), a lo que
se unió el despido del personal contratado al efecto. Ahora con más de 1.300
camas cerradas por el verano la situación puede llegar a la saturación en breve
plazo si siguen incrementándose los nuevos casos al ritmo actual. La solución
de la Comunidad ya se conoce, Construir un nuevo centro en Valdebebas (otro
negocio para las constructoras amigas), que no se sabe cuándo estará operativo
y para el que no se está contratando personal (un hospital no es solo un
edificio y equipamiento sino sobre todo personal especializado, ¿quizás se
piensa otra vez derivar personal de una AP ya descapitalizada?), y mientras
tanto “disminuir los ingresos” ¿de nuevo condenando a los internos enfermos en
las residencias a morir sin la asistencia que necesitan?. Estamos avanzando en
la dirección equivocada, precisamos más camas con urgencia en los centros
públicos, reabriendo las que se cerraron los años pasados, abriendo las plantas
sin utilizar, y sobre todo dotándolas de personal suficiente.
Las residencias siguen sin el necesario control y los medios para abordar
el problema, pero lejos de mejorar su situación la Comunidad parece empeñada en
extender el problema con traslados absurdos de contactos que solo consiguen más
contagios, y se desatienden las peticiones de los Ayuntamientos para dotar
adecuadamente a las residencias. ¿Nadie va a pagar por estas decisiones
absurdas?
En fin, estamos en una situación más que preocupante en la Comunidad de
Madrid, ante la que el gobierno y los responsables sanitarios de la misma solo
actúan con improvisación, anuncios mediáticos que frecuentemente incumplen y
negando a la Sanidad Pública los medios materiales y personales que necesita
mientras se fomentan descaradamente los negocios privados con dinero público.
Si no se reorienta la política sanitaria, si no se cambian sus responsables la
situación sanitaria avanzara más pronto que tarde hacia el desastre.
15 de Agosto de 2020
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