CRÓNICA DE MI TRANSICIÓN

Antonio Sánchez Nieto Siempre se identifica la memoria histórica con el sufrimiento, y ocultación en los ribazos, de las víctimas de la brutalidad franquista. Nada más justo. Sin embargo, tenemos la obligación de recordar a aquellos hijos del franquismo que, con rupturas familiares, se pasaron al lado del sentido común de la hipótesis democrática. Campesinos que vivieron seminarios convulsos intelectualmente, jóvenes de la clase media alta en la universidad, emigrantes del mundo rural que, ya en las ciudades, construyeron los sindicatos de trabajadores, abogados y economistas que se pusieron del lado de los buenos. Ellos fueron el ejército que hizo posible la Transición. Ese esfuerzo individual de revuelta hizo posible el cambio de la sociedad española en su totalidad. La historia de Antonio, una historia más… es el homenaje a tantos otros que se enfrentaron a su realidad y que forman parte también de nuestra memoria histórica. Una memoria para enorgullecerse y contarl...